A través de las generaciones los diferentes medios de comunicación, fuente principal de entretenimiento de niños y jóvenes, siguen creciendo. Hoy en día los medios y sus mensajes siguen jugando un rol importantísimo en la formación de cosmovisiones ( formas de ver el mundo ) de nuestros hijos.
¿Qué necesitan saber los padres?
“Antes de ayer” eran Elvis Presley, los Beach Boys y los Beatles. “Ayer” eran Eminem, Blink 182, Backstreet Boys y por acá Playero y otros. “Hoy” es Bad Bunny y otros.
“Antes de ayer” en TV eran “El Show de Lucy” o “Los García” o el “Alcalde de Machuchal”, “Little House in the Prairie”, “hoy” son los canales premium de cable, You Tube, Netflix, Tik Tok y otros los que compiten por el auspicio de las masas, entre los que se encuentran los expertos buscando en las redes: nuestros hijos.
Hoy, al igual que en los 50’ y 60’, el mundo del entretenimiento, al igual que otras presiones de grupos, influencian la cultura juvenil de día a día, desde lo que se viste y se puede comprar como artículo de consumo hasta estilos de vida más bizarros.
En la medida en que la nación, moralmente va cuesta abajo, los expertos concuerdan en que los padres deben de pasar más tiempo con sus niños y jóvenes, envolviéndose más en sus vidas, y sobre todo, estando bien conscientes de los mensajes que escuchan sus hijos de los medios y entendiendo las presiones a las que estos se enfrentan. El tiempo es testigo de que cuando los hijos no reciben la atención y guía de parte de sus padres, la encuentran en otros lugares.
Candice Watters, co-fundadora y editora de un portal en Internet de uno de los ministerios de Enfoque a la Familia dedicado a asuntos que son importantes para adolescentes y jóvenes adultos decía unos años atrás: “Las personas tienen una necesidad de encontrar ejemplos que emular, y los van a encontrar donde sea”. Añade: “Hollywood provee esos modelos, las principales estrellas deportivas, también lo son, y todos debemos de estar de acuerdo en el decaimiento que ha habido en los ejemplos en esas áreas. Hemos pasado de Babe Ruth, de Roberto Clemente a Dennis Rodman”. Sus palabras siguen siendo tan relevantes como cuando las escribió en la década de los 90’s.
El editor asociado de la revista “Plugged In”, Steve Isaac, está de acuerdo y señala que él cree que si los padres estuvieran más atentos a los mensajes que los medios le están mercadeando a sus hijos, no desearían ver a Hollywood sirviendo en manera alguna como un ejemplo para sus hijos.
Al Menconi, del ministerio radicado en California, “Al Menconi Ministries”, que entre sus funciones se dedicaba a monitorear a la industria de entretenimiento, señalaba que los padres deberían de dedicar más tiempo a escuchar y ver los mensajes que reciben sus hijos ya que mucho de los temas centrales de los medios en este tiempo es la desesperanza. ¿De dónde viene la desesperanza? pregunta Menconi. “Viene de no tener una vida y un futuro en Cristo Jesús”.
Las estrellas de la música, del cine, la TV y de los medios digitales han sido y están siendo los modelos a través de los años, pero muchos de los mensajes que se llevan en el día de hoy son peligrosos. Y dado el caso de que vivimos en una cultura dominada por el dinero, usted no puede esperar que los productores del mundo del entretenimiento tengan en cuenta el bienestar de sus hijos, lo único que les interesa es el dinero.
Isaac, dice que los padres actuales justifican la no intervención en la vida de lo que sus hijos leen, escuchan o ven alegando que eso mismo ocurría para sus tiempos y ellos no se llegaron a afectar, lo ponen más o menos así: “Es como el fenómeno de Elvis Presley en los 50’ y 60’s. Los padres lo odiaban y los niños y jóvenes lo idolatraban. Eso pasa igualmente en el día de hoy. No ha habido ningún cambio”. Pero esa no es la realidad, compare lo que Elvis hacia en los 50’ y 60’ ( hacer unos movimientos pélvicos que escandalizan a media humanidad adulta ) y compárelo con las letras de raperos y traperos de hoy en día. Y no solo estos últimos sino también cantantes de otros géneros que lo que hacen es glorificar la inmoralidad, la violencia y la objetualización de la mujer en los términos mas crudos. Desde hace décadas se vienen observando tendencias perturbadoras. Recuerdo en los Estados Unidos como el grupo “Blink 182”, cuyas líricas eran objetables, fueron votados como los más populares de los premios “Nickelodeon Kids Award”, basado en los votos de lo que constituye la población más fuerte de dicha cadena televisiva, niños entre los 6 a 15 años de edad. ¿Qué están haciendo los grupos modernos, los Bad Bunnys y allegados ¿mover las caderas o simular y estimular conductas sexualmente explícitas? ¿Están cantando sobre asuntos y situaciones de la vida real o también están promoviendo la disfunción y la violencia? Definitivamente hay diferencia entre lo de ayer y lo de hoy.
Al Menconi pregunta: “¿En que proceso estamos metidos? Estamos aceptando lo malo, un paso a la vez, una canción a la vez, un video a la vez, cruzando la línea vez tras vez. Una vez que se llegan a eliminar los estándares, todo entonces es posible. Entonces tenemos a grupos pidiendo a través de sus canciones que maten a policías”. Recuerdo el “gangsta” y las líricas del Underground en los 90’s aquí en Puerto Rico. Vean esta letra de la banda canadiense neo nazi “Rahowa”, que es el apócope de RAcial HOly WAr. “You kill all the niggers, and you gas all the Jews, kill a gypsy and a Commie, too. You just kill a kike, don’t it feel right? Goodness gracious, Third Reich” ( “Matar a todos los negros, evaporar a todos los judíos, matar a un Gitano y a un comunista también. Acaba de matar a un judío, ¿no te hace sentir bien? Gracia y Bondad, Tercer Reich”). Las letras de algunas de las canciones populares de los artistas del mundo trapero no las puedo escribir por aquí. En el mundo en que vivimos puede ocurrir que la obscenidad ilegal que no hacen cumplir en la vida de algunos cantantes, me la quieran aplicar a mí por escribir sus letras.
Pregunto, ¿todas éstas tendencias, han desaparecido, ha disminuido? No, por el contrario está más explícita y ahora llega sin límites a las diferentes redes sociales en donde navegan niños y jóvenes. Ya no es un solo programa de TV que se veía una vez a la semana, ahora uno de estos artistas lanza una canción y en minutos se reproduce millones de veces.
Vemos también en las últimas décadas como la fama y el poder de muchos de estos artistas se esfuma como el vapor. En EstadosUnidos en un momento dado el furor era Marilyn Manson. Después de un tiempo se fue opacando, y surgió con fuerza otro más violento, Eminem. Un artista que mezcló y volcó su turbulenta vida desde niño en las letras de sus canciones, haciendo las mismas poderosas por la identificación que podia generar en niños y jóvenes en problemas y con historias parecidas. Sus letras y canciones fueron premiadas por la industria de entretenimiento por cantar sobre temas como asesinar a su madre, a su esposa y violar con una ganga a su hermana.
No es un misterio el saber quién promocionaba todo esto. Era la que una vez fue y todavía es la máquina de hacer dinero: la industria disquera. Pero la revolución digital lo vino a cambiar a todo. Los modernos artistas ya ni siquiera necesitan las disqueras. Si no lo cree, pregúntenle a Bad Bunny y otros. Ahora tienen You Tube y otras plataformas. Y contrario a otras generaciones, la actual es mas afluyente, teniendo más recursos económicos que sus homólogos del pasado.
Watters señala: “Hoy en día hay menos supervisión, los muchachos están creciendo con mayor rapidez, pero no necesariamente con mayor madurez”.
Son muchas las cosas que han ocurrido que han abonado a este alejamiento de los padres de las vidas de sus hijos. Hay una desconección emocional. Dado el caso de que la cultura popular actual es tan diferente y tan confusa para los padres, estos han escogido no envolverse y quedarse en su propio mundo, el que entienden. Cuando un jovencito está frente a su computadora jugando en el Playstation ,o en línea el padre ve el juego, lo considera estúpido y no le presta atención y no se envuelve en su contenido.
Isaac dice: “Mi consejo y crítica constructiva a esos padres que no se envuelven es que, echen a un lado los asuntos de gustos y preferencias y se envuelva en el mundo de sus hijos, aunque no sea inicialmente atractivo. Piensa esto: si a tu hijo le gusta una cosa, lo menos que deberías de hacer es interesarte el saber el por qué le gusta. Tiene que haber algo aquí y quiero saberlo. Si lo que ve es aberrante u anormal, eso abre la oportunidad para hablar sobre el asunto”.
Otro aspecto de influencia sobre los jóvenes lo es la presión de grupo: los amigos, el corillo, los panitas. Pero ya las cosas no se ven como en los 40, 50 y 60’s, en términos de lo que está bien o mal, sino en términos de si está de moda, si está “cool”, si entretiene. Aunque la presión de grupo siempre ha existido, la cosa cambia en este tiempo debido al derrumbamiento de la estructura familiar. Hoy, más que nunca, es crucial la intervención de los padres en la vida de sus hijos como una fuerza motivadora, de ejemplo, de confianza y sobre todo de guianza.
Los propios resultados de diferentes Censos muestran que en la actualidad hay mas hogares de un solo padre y que el hogar tradicional de papá y mama solo lo constituye en la actualidad un por ciento bajo de todos los hogares. Esa ausencia de familia hace que muchas personas miren hacia afuera del núcleo familiar en búsqueda de apoyo sobre diferentes asuntos, que van desde opciones de entretenimiento hasta materias de fe.
Watters dice que recibe una gran cantidad de correos electrónicos, particularmente de jóvenes haciendo preguntas relacionadas a relaciones (como relacionarse con el sexo opuesto, con los padres, amistades y asuntos de la cultura). Muchos de estos jóvenes quieren aprender a defender sus valores ante una cultura hostil, ante los amigos y ante los profesores que le cuestionan sus creencias.
A pesar de que hoy en día existen muchas fuentes de información, como lo es la red cibernética, el Internet no es necesariamente el lugar en donde se pueda encontrar la mejor y más precisa información. Una persona, particularmente joven, puede ser fácilmente endoctrinada a través del Internet, sin tener el beneficio de la discusión de todos los aspectos de un asunto. Eso ocurre cuando su hijo accede información que le pinta lo aberrante como normal. Quien único puede hacer la diferencia de explicar todas las cosas, son los padres, si estos están dispuestos para aportar y meterse en las vidas de sus hijos.
¿Qué puede hacer un padre?
Para contrarrestar todas estas influencias negativas, Isaac le recomienda a los padres el envolverse en la vida de sus hijos en todos los niveles, el discutir abiertamente con ellos asuntos que a menudo son ignorados, como los mensajes que se envían a través de los anuncios comerciales de la television. En otras palabras, la consigna es: hable, hable, hable, no calle. Isaac también explica que la labor de los padres a largo plazo es equipar a los hijos a tomar las mejores decisiones, no simplemente darle la lista de lo que se puede o no hacer. Los listados de “haz y no hagas” solo sirven a propósitos de corto plazo. Los principios que se enseñan les van a servir a sus hijos cuando esté fuera de sus casas, cuando estén en la Universidad, para cuando finalmente decidan irse de sus hogares, casarse y tener sus propias familias. Si usted como padre tiró los fundamentos de lo que es discernimiento, usted le hizo un regalo de vida a sus hijos. Estos podrán vivir bajo los valores de la Palabra de Dios, aún en las circunstancias más hostiles.
Papá, envuélvete en la vida de tus hijos, no solo tú cosecharás buenos frutos, sino también la sociedad se beneficiará.
