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Semana Vergonzosa en el Capitolio

A pesar de que el movimiento pro familia logró alcanzar la meta de detener la aprobación de algunas medidas que se quedaron sobre la mesa para discutirse en la próxima Sesión Ordinaria que comienza en agosto, no dejamos de sentir vergüenza ajena por el espectáculo vergonzoso protagonizado por el liderato legislativo que terminó en la no aprobación de un presupuesto. Como puertorriqueños y activistas pro familia nos importan no solo unos temas particulares en los que trabajamos, nos importa también el país y todo aquello que nos beneficia a TODOS. Las últimas semanas seguimos de cerca todo lo relacionado al presupuesto del país, las fechas límites que fijaba la JSF, las cámaras legislativas pidiendo tiempo adicional, para terminar como muchos puertorriqueños, dejando las cosas para el último minuto.

Que Senado y Cámara no pudieran ponerse de acuerdo para votar un presupuesto balanceado, no le dejó otra alternativa a la Junta Supervisión Fiscal (JSF), que aprobar el de ellos, dejando en ridículo a los dos Cuerpos Legislativos, particularmente a la Cámara de Representantes y a su Presidente.

Si vergonzoso es lo antes expuesto, vergonzoso también es el discurso que sigue a la acción de la JSF. Políticos, politiqueros, analistas de medios que están al servicio de los propios partidos comienzan a repetir lo mismo que han dicho desde que la JSF fue impuesta en Puerto Rico. “La mala es la JSF”; “Hay que sacar la JSF”; “Hay que llevar un pleito a los tribunales para retar la imposición del presupuesto creado por el Congreso”; Los Alcaldes van a programas que mas que analizar noticia lo que hacen es sensacionalizar la noticia y allí hablan lo mismo que hemos escuchado en los últimos años, que les den más tiempo para hacer ajustes y el consabido bla, bla, bla. Discursos para las gradas y para consumo los medios que siguen repitiendo las mismas historias. Se le olvida a mucha gente el por qué nos impusieron un ente para velar a unos gobiernos golosos, que le encanta el gasto, que le encanta vender sueños y promesas para ganar elecciones, sin saber de dónde vendrá el dinero para pagar, actitudes y conductas que llevaron a este país a la quiebra.

De buenas a primeras a nadie le gusta que le impongan las cosas, pero es que los gobiernos partidistas no aprenden, no quieren aprender, no les interesa aprender. Lo único que ven es la inmediatez, no tienen visión de futuro. Estamos observando cosas bien preocupantes: la gente de a pie se está cansando y está perdiendo las esperanzas de que el partidismo tradicional pueda hacer algo diferente a lo que históricamente ha hecho. Es ahí donde los países se pueden meter en los grandes que estamos observan en centro y sur américa. Mucha gente comienza a pensar, que si los partidos ( y sus líderes ) no pueden cambiar las cosas para progresar ¿por qué entonces no darle la oportunidad a los que nunca han gobernado y que siempre han sido minorías por las ideas socialistas que tienen?

Si la gente se escandalizó de escuchar de los Super PACs que invirtieron un dineral en las campañas del Gobernador Pedro Pierluisi y en las del Movimiento Victoria Ciudadana, podrán ustedes imaginarse el dineral que llegará de gobiernos socialistas sur americanos para influenciar y tratar de ganar adeptos con campañas publicitarias avasalladoras.

Los partidos politicos mayoritarios, que ha ido perdiendo adeptos aceleradamente son los principales responsables de la debacle que tenemos. Reelegirlos, al igual que a todos los legisladores que han votado por el desastre que vivimos es seguir hundiéndonos como país. Darle la oportunidad a otros por simplemente dárselas es un peligroso juego de ruleta rusa. Nos ilumine Dios para en las primarias y en la próximas elecciones generales del 2024 podamos comenzar a elegir gente con carácter, gente decente, gente con vocación para el servicio público. Ojalá tengamos la valentía de atrevernos a despedir a los responsables del desastre.

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