Los movimientos de extrema izquierda y sus acólitos en los medios de comunicación parecen estar en otra edición de tratar de reescribir la historia. Movimientos como los llamados “cancel culture” y “woke”, ya han llegado al país.
El acto de vandalismo en el Viejo San Juan, unido a la cobertura de la llegada del Rey de España indignan a mucha gente que sigue viendo cómo sectores de la prensa se alinean ideológicamente a la hora de reportar la noticia. Da grima, particularmente ver a Noticentro. Este noticiario televisivo y otros básicamente entrevistaron el “who is who” del izquierdismo en Puerto Rico que no vacilaron ni un segundo para unirse al coro de aquellos que quieren reescribir la historia y que incitan a estos grupos a seguir vandalizando estatuas que representen ideas contrarias a las de ellos.
Las redes sociales se llenaron de memes, desde aquellos que sugerían a personas, artistas y otros para sustituir la estatua de Juan Ponce de León hasta otros que sugerían que hasta la estatua caída de su pedestal, aún desde el suelo le enviaba un mensaje a los que la derribaron. Todo un relajo, los puertorriqueños le sacan punta a todo.
El incidente del derrumbar la estatua de Juan Ponce de Leon en la Plaza San José del Viejo San Juan, va más allá de una simple destrucción de propiedad pública o un acto de vandalismo. Puede marcar el inicio de lo que la izquierda radical ha venido haciendo no solo en los Estados Unidos, sino también en otras partes del mundo. Aquí hay grupúsculos de personas jóvenes dejándose utilizar por viejos políticos y fósiles del mundo de la academia del tiempo de la Guerra Fría que disfrutan con la sola posibilidad de jugar a la revolución aunque sea por unas horas o un par de días.
La meta real de muchos de los que protestan en contra de la permanencia de estatuas de personajes históricos en lugares públicos, no es otra que la deconstrucción radical de la sociedad. Quieren a través de esas acciones (políticas) desmantelar, deconstruir y ordenar la sociedad y sus estructuras de acuerdo a sus “nuevas” narrativas, que no son otra cosa que las viejas filosofías socialistas y marxistas revestidas de novedad y de justicia. Utilizan como siempre a gente joven que está llena de idealismo y fuerza para empujar agendas que corren en dirección contraria a la democracia a la que estamos acostumbrados. Utilizan el derecho que les da la democracia para expresarse, pero una vez llegan al poder, los que los incitan son los mismos que le niegan el mismo derecho al pueblo. Son los que se retratan con dictadores y defienden a ultranza a personajes que una vez acceden al poder en nombre los pobres y oprimidos y terminan saqueando económicamente los pueblos convirtiéndose en millonarios, mientras que aquellos que los respaldan en Puerto Rico miran hacia el otro lado.
Las ideas de muchos de estos ideólogos son un virus que hay que combatir con argumentos para separar el grano de la paja. En el caso de los creyentes para aprender a separar conceptos cómo lo son las diferencias entre lo que es justicia bíblica vs lo que es la moderna “justicia social”.
Como señalaba en un post anterior, hay mensajes que se envían desde la cultura que tenemos que discernirlos. Colosenses 2:8 dice: “No permitan que nadie los atrape con filosofías huecas, que nacen del pensamiento humano y de los poderes espirituales de este mundo y no de Cristo” ( Nueva Traducción Viviente ).