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Consejos de un Veterano, Parte 4

En la serie “Consejos de un Veterano” hemos estado discutiendo vivencias que a través de los años se han convertido en buenos consejos que le podemos brindar a los nuevos activistas que luchan en el día de hoy en el movimiento pro familia.

El primer consejo fue la necesidad de tomarse tiempo en la luchas para calmarse, bajar las revoluciones y controlar la adrenalina, particularmente cuando las luchas se ponen tensas, o se polarizan.

El segundo consejo era que siempre tuviésemos presente cuál era el orden prioridades: primero en nuestras vidas como creyentes y luego en las luchas en las que militamos.

El tercer consejo trataba de la necesidad de aprender la diferencia que existe entre lo que es denuncia profética de la maldad y lo que es “dogmatizar los issues”, o sea, el abrazar causas y luchas como si fueses elementos elementos fundamentales de fe, tratando de imponer criterios religiosos o personales a la fuerza usando el poder punitivo de la ley. o, abrazar la quimera de que podemos cambiar el hombre a través de la creación de leyes.

Hoy en el cuarto consejo, compartiremos sobre la importancia de mantenerse buscando aliados en nuestras luchas. No podemos subestimar la efectividad que tienen en ocasiones las alianzas correctas.

Hay ocasiones en esta vida en que hay que hacer causa común con personas o grupos con los que uno no necesariamente es 100% de acuerdo. En ocasiones son personas o grupos con los que uno nunca ha tenido un contacto a un acercamiento directo. Recuerdo la primera vez que Morality in Media tuvo que librar su primera batalla en la legislatura. Era el 1979 y un Representante a la Cámara radicó el primer proyecto de ley para definir con claridad lo que iba a ser la obscenidad ( pornografía ) a nivel del Código Penal. Lo que había hasta ese momento era un “copy and paste” de una ley de California.

El entonces Presidente del Senado era Luis A. Ferré, quien en forma sorpresiva se opuso al proyecto que ya había sido aprobado por la Cámara. Se opuso por “razones morales”, Ferré entendía que el lenguaje era demasiado de explícito. En esa ocasión un par de personas, uno de ellos el que dirigía un grupo de abogados católicos y otro, el Presidente Nacional de Morality in Media, el Sacerdote Morton A. Hill me recomendaron que visitara al Cardenal Luis Aponte Martinez. Luego de una fructífera reunión con el Cardenal se rompió el impasse y el Presidente del Senado aceptó no solo el reunirse con nosotros, sino también darle paso a la legislación que posteriormente se convirtió en ley.

La amistad con el Cardenal Aponte Martinez nos ayudó enormemente en todos los esfuerzos de limpieza de vulgaridad y chabacanería en radio y televisión. Fueron muchísimas las firmas que dejaron de auspiciar programas en Puerto Rico después de haber recibido una cordial y respetuosa llamada del jerarca de la Iglesia Católica del país.

Cuando el Gobernador Pedro Rosselló habló de la implementación de los llamados 5 minutos de reflexión en las escuelas buscamos aliados para defender el que eso ocurriera como forma de que se pudiera hablar de valores en las escuelas públicas. Cuando el Gobernador Fortuño propuso el curso de “Tus Valores Cuentan” también buscamos a apoyar a otros grupos pro familia que trabajaron duro con un curso de valores que posiblemente haya sido el único curso de valores que se haya dado en Puerto Rico que tuvo estadísticas medibles.

No me olvidaré nunca del testimonio de un Pastor de las Asambleas de Dios a quien escuche en una conferencia pro familia en los Estados Unidos. De nombre John Ashcroft, este Pastor fue elegido y reelegido al Senado de los Estados Unidos y terminó siendo el Procurador General de los Estados Unidos bajo la Presidencia de George Bush, Sr.

Cuenta Ashcroft que cuando se desempeñaba como Gobernador de Missouri, fue elegido “Chairman” de la Comisión de Educación , a nivel de todos los estados de la unión. Un día se sentó en una mesa de trabajo con diferentes líderes políticos y otros no políticos, con un tema: Cómo abordar la situación volátil de las escuelas públicas de la nación. Si este Gobernador hubiera propuesto en esa mesa que la solución a la violencia era que la oración y la lectura de la Biblia regresara a las escuelas públicas, se hubiera formado una polémica que hubiera hecho fracasar el diálogo.

¿Qué hizo Ashcroft? Propuso una serie de valores que debían ser enseñados en las escuelas, a saber: (1) Era mejor construir que destruir; (2) Era mejor ganarse con dignidad las cosas, que hurtarlas; (3) Era mejor ser una persona independiente, que dependiente del estado; (4) Era mejor siempre decir la verdad, que vivir bajo la mentira; (5) Era mejor aprender la importancia de ser puntual, que de rayar irresponsablemente en no llegar a tiempo a las compromisos; (6) Era mejor descansar en los datos, que en el prejuicio y (6) Que familias unidas y saludables eran mucho mejor que vivir una vida de promiscuidad.

¿Qué ocurrió? Ese día se ganó muchos aliados. Ese día muchos de sus detractores que estaban prejuiciados contra él por ser un creyente, se le acercaron y le dijeron: “Te juzgue mal”.

Ciertamente a veces conseguimos aliados en los lugares más extraños, cuando nos proponemos buscarlos y cultivar una relación con ellos, a pesar de en ocasiones estar en bandos completamente diferentes. Son muchos los testimonios que podría dar de esa realidad.

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