En el primer consejo de un veterano activista, compartí acerca de la importancia de en ocasiones de mucha tensión, poder tener la capacidad de calmarnos, bajar las revoluciones y controlar el flujo de adrenalina. Esto como forma de poder recalibrar para regresar a la batalla con fuerzas nuevas.
Un segundo consejo es el SIEMPRE TENER PRESENTE CUAL ES EL ORDEN DE PRIORIDADES EN NUESTRAS VIDAS COMO CRISTIANOS Y EN NUESTRAS LUCHAS.
¿De todas las cosas que Dios quiere que cambien en este mundo, cuál será la más importante? Es obvio que es la salvación de las vidas.
Charles Colson, uno de mis autores cristianos favoritos dijo en una ocasión: “En la iglesia se tienen que hablar de muchos más temas de lo que se habla actualmente. A veces es más fácil hablar de los pecados del mundo que de los pecados nuestros”. Decía que era importante hablar de aquellos pecados que le pasaban una factura bien alta a la sociedad como lo era el divorcio, la pornografía y la infidelidad.
Ciertamente necesitamos seguir siendo voz profética de denuncia de la maldad, pero tenemos a la vez que hablar de formar y promover ministerios que fortalezcan a la familia. Otra área de trabajo importante lo son los medios masivos de comunicación y el efecto que tienen en todos nosotros ( niños, jóvenes y adultos ). La industria del entretenimiento está criando las nuevas generaciones. Pero eso no es importante para muchos.
La vida del verdadero creyente tiene que estar enmarcada en el llamado de tener un mayor sentido de perspectiva, o sea de estar continuamente preguntándonos: De todo lo importante que me llama la atención en las luchas modernas, ¿qué es lo más importante?
No podemos ignorar que el verdadero cristianismo lo constituirá siempre una minoría ( un remanente fiel ), aunque haya gente triunfalista que proclame que medio mundo es cristiano. Si eso es así, usted tendrá siempre que tener en claro algo de las minorías:
- No nos podemos dar el lujo de quere batallar en todos los frentes importantes a la misma vez.
- Debemos desplegar todos nuestros recursos y energías en la áreas más urgentes y necesarias.
Un querido hermano me envio un meme, de estos que te hacen reflexionar que decía: “Hay una gran diferencia entre la devoción a una persona y la devoción a una causa. El Señor jamás proclamó una causa. Proclamó la devoción personal a Él mismo. Cuidado con tu devoción no sea que te vuelvas tan devoto y militante en el camino que llegues a olvidar el objeto de tu amor y obediencia, Tú Señor”.
No se pierda el tercer consejo
