Home Artículos Artículos ¿Crímenes de odio o Criminalización de la opinión religiosa?

¿Crímenes de odio o Criminalización de la opinión religiosa?

“Los poderes legislativos del estado alcanzan acciones solamente, no opiniones”.  

(Thomas Jefferson carta sobre la separación Iglesia-Estado, 1-1-1802)

Estamos siendo testigos de una tendencia perturbadora en grupos altamente politizados y hasta de algunas organizaciones profesionales, que buscan en el nombre de la tolerancia criminalizar el pensamiento religioso en el País.

Para nuestra preocupación, estamos viendo cómo nuestra cultura,  los medios masivos de comunicación, la industria del entretenimiento y hasta los organismos gubernamentales a cargo de la educación, están tratando sistemáticamente de censurar la libertad de expresión religiosa. Si no los enfrentamos y los confrontamos, estas tendencias y desarrollos erosionan poco a poco nuestro experimento con la libertad y llevará a un aumento en la hostilidad, no hacia minorías sexuales, como algunos pretenden hacerle creer al pueblo, sino contra el sector religioso.  Esto nos lo enseña el estudio de la historia, cuando vemos los procesos en donde se eligen grupos como blancos de persecución. Por ejemplo, ¿cómo Hitler convenció a Alemania a que cooperara con su “solución final” en contra de los judíos? Lo hizo, marginalizado a través de leyes en donde les limita sus libertades, luego utilizó los medios de comunicación para denominarlos y finalmente los colocó como los chivos expiatorios y responsables por el deterioro y fracaso de Alemania como nación.  El resto es historia conocida.

En el Congreso de los Estados Unidos por los pasados años, grupos de la extrema izquierda y de la comunidad GLBT han impulsado y tratado de aprobar legislación para penalizar los llamados “crímenes de odio”. En Puerto Rico existen grupos que están en la misma sintonía. La legislación no es para garantizarles a los homosexuales acceso a empleos o techo, eso ya lo tienen garantizado por ley. No, la verdadera razón es impedir que cualquier persona emita una opinión sobre el tema de las preferencias sexuales, que no vaya a la par con lo que creen algunos de estos grupos. La intención es censurar la expresión religiosa. Es intimidar a las iglesias y sus pastores. Interesantemente en el reciente debate sobre el proyecto federal de crímenes de odio, el Congresista Louie Gohmert ( R-TX ), tratando de clarificar para el record los alcances de esta legislación propuesta sobre las libertades constitucionales a la libertad de expresión religiosa formuló una simple y sencilla pregunta: “Si un ministro está ofreciendo un sermón, un estudio bíblico, o cualquier otro tipo de mensaje escrito o hablado en donde manifiesta que la homosexualidad es un pecado serio y una persona de la congregación sale y comete un crimen contra un homosexual, ¿puede el ministro ser acusado de incitar el delito?  Gohmert formuló su pregunta cuando estaba tratando de justificar una enmienda a la ley para garantizar la libertad de expresión religiosa. Los demócratas rehusaron aceptar la enmienda. Pero, luego de ser presionados a contestar, el Congresista Arthur Davis, ( D-AL ), dijo claramente que la respuesta era un SÍ categórico. Un ministro podría ser acusado por predicar lo que cree. Y de eso es que tratan las leyes de crímenes de odio, de criminalizar y castigar, no acciones, sino opiniones. El Presidente de la Asociación de Psicología decía en una columna la semana pasada que el discurso homofóbico de ciertos líderes políticos y religiosos tenía el efecto de que se desarrollaran en el país unas actitudes de desprecio y odio hacia unos sectores. ¿Por qué no tiene el valor de dar ejemplos concretos, en este caso del discurso religioso que promueve el odio? Nosotros en cambio podemos dar muchísimos ejemplos de retórica de odio, desprecio, ridiculización y demonización en contra del sector religioso. Su artículo mismo crea animosidad hacia los creyentes. ¡Ah, pero ese tipo de prejuicio no cuenta porque es políticamente correcto!  Lo que es correcto para él es, ver la homosexualidad exaltada, celebrada, protegida y hasta honrada, mientras todo el que no esté de acuerdo, más aún, si es religioso hay que marginarlo, y reprogramarlo. Cuando una cultura piensa así, se subvierte todo el orden, el derecho se corrompe y las garantías constitucionales no valen nada.

“El precio que la gente buena paga por su indiferencia hacia los asuntos públicos, es ser gobernados por gente mala”.   Platón

Share:

You may also like

1 Comment

  1. admin
    April 16, 2019

    To earn trust, we must be consistent in two areas. First, your message and delivery must be in sync. Second, your communication must be consistent Monday to Monday, every day and in every interaction. When prospects learn what they can expect from you in every interaction, trust grows.

Comments are closed.